La Siberia: "Reflejo de luz"

 Cierro los ojos, abro las alas y levanto el vuelo. El aire fresco y nuevo de la mañana me acaricia. La luz se va abriendo paso dándome la vida. Sobrevuelo los pueblos blancos, recuerdos de la infancia. Olor a jara, tomillo y romero directo al alma.

 Me acerco al agua lentamente, deseando y retardando su contacto, saboreando segundo a segundo el encuentro, sintiendo ya su frescura anhelada. En el rojo atardecer, sonidos de ancestrales ceremonias inundan los viejos bosques de encinas. Y llega la noche, desciendo; y oculta tras el oloroso junco acecho a la luz de la luna mientras se baña en las tranquilas aguas, ajena y hermosa en su soledad. Espero al nuevo día sabiendo que vendrá, a esta tierra, cargado de sensaciones.